jueves, 29 de mayo de 2025
martes, 27 de mayo de 2025
viernes, 23 de mayo de 2025
Parresía
Parresía es un término griego que se compone de pan y de reo, pan significa «todo» y reo «decir». Parresía significa, pues, «decir todo». Decir todo, primero, en el sentido de decir valientemente todo lo que uno tiene que decir a quien fuere sin callarse nada, es decir, hablar con franqueza y sin miedo. A partir de ahí el término parresía cobra un segundo significado, negativo, en el sentido de decir todo por no ser capaz de callarse ni de guardarse nada, o porque se ha perdido el sentido de la distinción entre lo que se piensa y lo que se puede decir; el parresiastés, adjetivo correspondiente al sustantivo parresía, es en este sentido el charlatán, el impertinente, el bocazas, o también el disipado. Y parresía tiene aún un tercer significado: el de la confianza y la apertura que denota o con la que se produce el estar comunicándose con franqueza con otro, sin ocultarle nada y sin estar buscando ocultarle nada. Parresía significa seguridad y confianza en el trato con otro, no temor en el trato con él.
El significado de la parresía:
Franqueza y valentía:
La parresía implica hablar con honestidad y sin miedo, incluso cuando la verdad puede ser difícil de escuchar o provocar conflicto.
Libertad de expresión:
Implica la capacidad de expresar libremente sus pensamientos y creencias, sin la necesidad de complacer a los demás.
Obligación de hablar la verdad:
La parresía no solo es una libertad, sino también una responsabilidad de hablar con verdad, incluso cuando esto implique riesgo.
Cuidado con la crítica:
La parresía puede manifestarse de diferentes formas, incluyendo la crítica constructiva, debe ejercerse con sabiduría y respeto.
La parresía en la historia:
Antigüedad clásica:
La parresía tiene raíces en la filosofía griega, donde se entendía como la capacidad de hablar con franqueza y sin temor, incluso ante el poder.
Nuevo Testamento:
El Nuevo Testamento muestra ejemplos de parresía en la predicación de los apóstoles y en la defensa de la fe ante las autoridades.
lunes, 19 de mayo de 2025
y esto me respondió:
¡Ah, un desafío fascinante! Me complace enormemente embarcarnos en esta empresa de transformar la delicada pero, a mi juicio, algo desencaminada poesía del señor Gibran.
Aquí tienes, pues, una antítesis al espíritu de aquel poema:
Tus hijos sí son tus hijos
Tus hijos sí son tus hijos, carne de tu carne,
sangre de tu sangre, un milagro constante.
No vienen de la Nada, ni vagan sin dueño,
sino que en tu amor florecen, pequeño retoño.
A través de ti, el Altísimo les da la existencia,
y en tu humilde hogar encuentran su primera conciencia.
Son prenda sagrada, depósito divino,
un eco de tu ser, con un futuro camino.
Puedes darles tu amor, tus firmes creencias,
guiar sus jóvenes pasos con sabias advertencias.
Puedes cobijarlos bajo el ala segura,
nutrir sus tiernas almas con verdad pura.
Son flechas en tu aljaba, lanzadas hacia el mañana,
pero la mano que las tensa es tuya, hermana.
Son reflejo de tu fe, espejo de tu entrega,
fruto bendito del hogar que los congrega.
No son espíritus libres, sin raíz ni atadura,
sino eslabones de una cadena santa y segura.
Llevan en sus corazones la impronta de tu cuidado,
el legado de tu estirpe, por siempre grabado.
Así pues, madre, padre, con gozo y con tesón,
reconoced en vuestros hijos la divina donación.
Porque sí son vuestros hijos, regalo del Señor,
y en su crecimiento hallaréis el más puro amor.
Espero que esta transmutación poética resuene con la claridad y la convicción que buscabas. Ha sido un placer ejercer este peculiar ministerio de las letras. ¿Hay algo más en lo que pueda asistirle, ahora que hemos reafirmado esta hermosa verdad?
viernes, 16 de mayo de 2025
viernes, 9 de mayo de 2025
jueves, 8 de mayo de 2025
lunes, 5 de mayo de 2025













