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Carta del asesino de una santa. Alejandro Serenelli, asesino de santa Ma...
viernes, 7 de julio de 2023
CARTA DEL ASESINO DE MARÍA GORETTI.
CARTA DEL ASESINO DE MARÍA GORETTI.
Alessandro Serenelli, asesino de Santa María Goretti:
Tengo ahora casi 80 años Estoy cerca del fin de mis días.
Mirando mi pasado, reconozco que en mi juventud he seguido un mal camino, un camino que ha llevado a mi ruina.
A través de las revistas, los espectáculos inmorales y los malos ejemplos en la prensa, he visto a la mayoría de los jóvenes de mi edad seguir el camino del mal sin pensarlo dos veces. Despreocupado, hice lo mismo.
Había fieles y cristianos verdaderamente practicantes a mi alrededor, pero yo no les daba importancia. Estaba cegado por un impulso bruto que me empujaba hacia una forma incorrecta de vida.
A la edad de 20 años, cometí un crimen pasional, cuyo recuerdo aún me horroriza hoy. María Goretti, hoy una santa, fue el buen ángel que Dios puso en mi camino para salvarme. Sus palabras, tanto de amonestación como de perdón, todavía hoy están impresas en mi corazón. Ella oró por mí, intercedió por su asesino. Casi 30 años de prisión después.
Si no fuera menor de edad, por la ley italiana me habría condenado a cadena perpetua. Sin embargo, acepté la pena como algo que merecía.
Resignado, expiado por mi pecado. La pequeña María fue realmente mi luz, mi protección. Con su ayuda, cumplí bien estos 27 años en prisión. Cuando la sociedad me aceptó de nuevo entre sus miembros, busqué vivir honestamente. Con caridad angélica, los hijos de San Francisco, los frailes capuchinos menores, me recibieron entre ellos, no como sirviente, sino como hermano. He vivido con ellos durante 24 años Ahora miro serenamente el día en que seré admitido a la visión de Dios, para abrazar a mis seres queridos una vez más, y para estar cerca de mi ángel de la guarda, María Goretti, y su querida madre, Asunta.
Que todos los que lleguen a leer esta carta deseen seguir la sana enseñanza de hacer el bien y evitar el mal. Que todos puedan creer, con la fe de los pequeñitos, que la religión y sus preceptos, no son algo que se pueda prescindir. Por el contrario, es la verdadera comodidad y la única vía segura en todas las circunstancias de la vida, incluso en las más dolorosas."
Paz y bien
Alessandro Serenelli