El hombre aquí en la tierra no puede menos que ser desgraciado ante tantos males: enfermedades, pesadumbres, persecuciones, pérdidas de bienes de fortuna caen sobre nosotros sin cesar. Al habernos puesto Dios en este mundo, con todos estos males, quiere forzarnos a no apegar a él nuestro corazón y a suspirar por otros bienes más grandes, más puros y más duraderos que los que pueden hallarse en esta vida. Ninguna cosa creada es capaz de contentar el corazón del hombre, solo en los bienes eternos hallaremos esa dicha que tanto anhela.
J. B. M. Vianney
TRES AÑOS CUMPLIDOS !!!!
Hace 11 años
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