Grandeza humana
Dobri Dobrev es un vagabundo que perdió gran parte de su capacidad auditiva en el período de la Segunda Guerra Mundial, recorre cada día unos 25 kilómetros a pie, para trasladarse desde su aldea hasta la capital Sofía, donde se pasa el día mendigando.
Vistiendo la ropa y zapatos que él mismo se encarga de confeccionar, dedica gran parte de la jornada en recaudar limosnas. Y a menudo expresa plegarias en la iglesia como forma de agradecimiento a todas las personas que día a día se acercan a colaborar.
Podría haber usado el dinero que había recaudado para cambiar su propia vida, para no pasar los días en la calle, pero lo hace, sólo para dar todo lo que tiene a los niños sin familia.
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