"¿Qué me vas a poder quitar si no tengo ni casas ni bienes, pues todo lo repartí entre los pobres?
¿Acaso me vas a atormentar? Es tan débil mi salud que no resistiré un día de tormentos sin morir y no podrás seguir atormentándome.
¿Qué me vas a desterrar? A cualquier sitio a donde me destierres, allá estará Dios, y donde esté Dios, allí es mi patria, y allí me sentiré contento..."
El gobernador respondió admirado: “Jamás nadie me había contestado así”. Y Basilio añadió: “Es que jamás te habías encontrado con un obispo”.
Mis amados Santos !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario