10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
11 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.
12 Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,
13 pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece.
14 Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones
15 para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brilláis como antorchas en el mundo,
16 presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano.
17 Y aun cuando mi sangre fuera derramada como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me alegraría y congratularía con vosotros.
18 De igual manera también vosotros alegraos y congratulaos conmigo.
PALABRA DE DIOS.
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