La familia es el último refugio que queda antes de que los poderes de este mundo se abalancen sobre el individuo aislado y necesitado para venderle con mentiras cualquier veneno disfrazado de felicidad.

hola walter

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«Soy el único exorcista que trabaja siete días a la semana, desde la mañana hasta la tarde, incluidas Nochebuena y Semana Santa»

NO HAY PAZ SIN JUSTICIA

La paz se construye con la verdad.
HIJOS: NO PERMITAN QUE LA MALDAD LOS SEPARE NI LOS ENFRENTE. LA MALDAD ADOPTA "FORMAS Y MODOS QUE SON INSOSPECHADOS" PARA PODER ANIQUILAR DONDE HAY UNION. UNA VEZ QUE LOGRA METERSE EN EL VINCULO Y DESESTABILIZARLO, VA POR CADA UNO POR SEPARADO. ALEJENSE Y ALEJEN DE SUS VIDAS TODO LO QUE QUIERA SEMBRAR INDIVIDUALISMO Y DESUNION. LOS AMO.

WALTER RAK (DNI 14.593.322) Y EL TRIBUNAL DE FAMILIA N 2 DE SAN ISIDRO: COMPLICES

REPARACION Y JUSTICIA

LAS HISTORIA QUE NO ESTA SANADA NO TE PERMITE IR PARA ADELANTE.

"HUIR DE LOS PROBLEMAS ES UNA CARRERA QUE JAMÁS GANARAS"

"MI CONFIANZA ESTÁ PUESTA EN DIOS"

"EN JESÚS CRUCIFICADO DIOS QUIERE ALCANZAR AL PECADOR, EN SU LEJANÍA MÁS EXTREMA, JUSTAMENTE ALLÍ DONDE SE PERDIÓ Y SE ALEJÓ DE ÉL"

"EL MUNDO (el ambiente socio-cultural) TE PROMETE COMODIDAD. PERO TU NO FUISTE CREADO PARA LA COMODIDAD SINO PARA LA GRANDEZA" BENEDICTO XVI

Hijos los amo

Hijos los amo
Si un escritorio desordenado es signo de una mente desordenada, entonces, ¿Qué hemos de pensar de un escritorio vacío?
Albert Einstein


Sufrir por amor, solo en tu cruz Señor es posible. Gracias.

Sufrir por amor, solo en tu cruz Señor es posible. Gracias.

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jueves, 7 de noviembre de 2013

"Dios no es un buen perdedor, por eso sale de sí y va, busca" .

La alegría de Dios es encontrar a la oveja perdida, porque tiene una “debilidad de amor” por quienes se han perdido, afirmó esta mañana el Papa Francisco durante la misa presidida en la capilla de la Casa Santa Marta.

Comentando las parábolas de la oveja y la moneda perdidas, el Papa explicó la actitud de escribas y fariseos que se escandalizaban de las cosas que Jesús hacía y murmuraban contra Él: “Este hombre es un peligro, come con publicanos y pecadores, ofende a Dios, desacraliza el ministerio del profeta para acercarse a esta gente”.Jesús, afirmó el Papa, dice que esta es “la música de la hipocresía” y “a esta hipocresía murmuradora responde con una parábola”.

“A la murmuración Él responde con una parábola gozosa –constató Francisco-. Cuatro veces, en esta corta cita, se pronuncia la palabra gozo o alegría: tres veces gozo y una, alegría. ‘Y vosotros, parece que diga Él, os escandalizáis de esto, pero mi Padre se alegra’. Este es el mensaje más profundo de esto: la alegría de Dios, que es un Dios al que no le gusta perder, no es un buen perdedor, y por eso, para no perder, sale de sí y va, busca”.



“Es un Dios que busca: busca a todos los que se han alejado de Él –reiteró-. Como el Pastor, que va a buscar a la oveja perdida”.El trabajo de Dios, destacó el Papa, “es “ir a buscar” para invitar a la fiesta a todos, buenos y malos”.“Él no tolera perder a uno de los suyos. Esta será también la oración de Jesús en el Jueves Santo: ‘Padre, que no se pierda ninguno de los que Tú me has dado’”, recordó.

Y prosiguió el Papa en su homilía: “Es un Dios que camina para buscarnos y que tiene una cierta debilidad de amor por los que se han alejado más, que se han perdido va y los busca”.“¿Y cómo busca?”, preguntó, y respondió: “Hasta el final, como este pastor que va, en la oscuridad, buscando, hasta que la encuentra; o como la mujer que, cuando pierde la moneda, enciende la lámpara, barre la casa y la busca cuidadosamente”.

“Así busca Dios. ‘Este hijo no lo pierdo ¡es mío! Y no quiero perderlo’ –continuó-. Este es nuestro Padre: siempre nos busca”.Después, “cuando ha encontrado la oveja” y la lleva al redil poniéndola al lado de las demás, explicó el Papa, nadie debe decir: “Tú te perdiste”, sino: “Tú eres una de las nuestras”, porque se le devuelve toda la dignidad”.



“No hay diferencia”, aseguró Francisco, porque Dios “reconstruye a todos los que encuentra. Y cuando lo hace es un Dios que se alegra”.“La alegría de Dios no es la muerte del pecador, sino su vida: esto es la alegría –subrayó-. ¡Cuán lejos estaba la gente que murmuraba contra Jesús, cuán lejos del corazón de Dios!”.“No lo conocían –añadió-. Creían que ser religiosos, que ser personas buenas significaba ir siempre bien, también educados y muchas veces fingir que lo eran, ¿no? Esta es la hipocresía de la murmuración”.

“Sin embargo, la alegría del Padre, Dios, es la del amor: nos ama –concluyó-. ‘Pero yo soy un pecador, ¡he hecho esto, esto, esto!’ ‘Pero yo te amo igualmente y vengo a buscarte para llevarte a casa’. Este es nuestro Padre. Pensemos”.
Fuente Oleada Joven


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