“No puedes servir a Dios y al dinero. No se puede: o el uno o el otro. Esto no es comunismo, ¿eh? ¡Esto es Evangelio puro! ¡Estas son las palabras de Jesús! ¿Qué pasa con el dinero? El dinero te ofrece un cierto bienestar al inicio. Va bien, después te sientes un poco importante y viene la vanidad. Lo hemos leído en el Salmo que esta vanidad llega. Esta vanidad que no sirve, pero te sientes un apersona importante: es esa vanidad. Y de la vanidad a la soberbia, al orgullo. Son tres escalones: la riqueza, la vanidad y el orgullo”.
“Ninguno –dijo de nuevo- puede salvarse con el dinero”. Sin embargo, observó, “el diablo toma siempre este camino de tentaciones: la riqueza, para sentirte suficiente; la vanidad, para sentirte importante; y al final, el orgullo, la soberbia: este es su lenguaje: la soberbia”.
“’Pero Padre, yo leo los Diez Mandamientos y ninguno habla mal del dinero. ¿Contra que Mandamiento se peca cuando uno hace algo por dinero?’. ¡Contra el primero! ¡Pecas de idolatría! Te digo por qué. Porque el dinero se convierte en un ídolo y tú le das culto. Por esto Jesús dice que no se puede servir al ídolo dinero y al Dios viviente: o el uno o el otro.
Francisco.
Angel de la guarda, dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día,
yo te quiero mucho y le pido a Dios,
que por muchos años nos cuide a los...
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Hijos los amoooo cada día massssssssssssssssss!!
ma
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